miércoles, 27 de mayo de 2020

The Host (La huésped) [Reseña]



Ficha técnica:
Título: The Host (La huésped).
Autora: Stephanie Meyer.
Editorial: Suma de letras.
Género: Romance, ciencia-ficción.

«Melanie Stryder se niega a desaparecer. La tierra ha sido invadida por criaturas que han tomado el control de las mentes de los humanos en los que se hospedan, dejando los cuerpos intactos, y la mayor parte de la humanidad ha sucumbido. Wanderer, el «alma» invasora que habita el cuerpo de Melanie, se enfrenta al reto de vivir dentro de un humano: las emociones abrumadoras, los recuerdos demasiado intensos, pero hay una sola dificultad que Wanderer no consigue vencer: la anterior propietaria de su cuerpo lucha por retener la posesión de su mente. Melanie inunda la mente de Wanderer con visiones del hombre que ama, Jared, un humano que vive oculto, hasta el punto de que, incapaz de controlar los deseos de su cuerpo, anhela a un hombre al que jamás ha visto.
             Una serie de circunstancias externas las convierte en aliadas muy a su pesar y parten en busca del hombre que ambas aman a la vez. The Host nos muestra el primer triángulo amoroso que implica a sólo dos cuerpos, en una inolvidable y fascinante novela que atraerá a un gran número de lectores de una de las más cautivadores escritoras de nuestro tiempo.»
 
      Stephanie Meyer es bien conocida por el triángulo amoroso entre Edward, Bella y Jacob pero, lejos del universo de la saga Crepúsculo, la escritora cuenta con una novela igual de relevante: The Host (La Huésped).
       Esta larga aunque maravillosa novela tiene numerosas cosas que son dignas de destacar. La primera de ellas sería el excelente worldbuilding que rodea la historia: el espacio, diferentes mundos y especies y, en concreto, la historia y la sociedad de las almas. No exagero al decir que las primeras doscientas páginas de este libro nos cuentan cómo se han asentado los extraterrestres en nuestro mundo y el inicio del conflicto interno entre Wanda y Melanie. Si bien esto podría parecer aburrido, resulta muy interesante conocer toda la situación distópica de la tierra, así como la aparente paz que reina y que indudablemente produce una sensación de relajación en el lector. Simplemente maravilloso. 
   Esto se complementa por las detalladas descripciones que contextualizan la acción. Lejos de ser farragosas, caóticas y aburridas, los lectores encontrarán un estilo grácil y sutil, casi elegante, que no da detalles gratuitos, sino los necesarios para comprender la trama y su contexto. La belleza de este trabajo no debe pasar desapercibida, no sólo por su fluidez, sino también por la versatilidad de este recurso. Nos encontramos con retratos tanto de grandes ciudades como de áreas desérticas. 
      En cuanto a organización, destaca la antítesis estructural que gobierna todo el libro. Desde el mismo argumento ya se aprecia una contraposición entre los humanos (representantes de lo real y lo violento) y de las almas (que simbolizan lo utópico y la paz). Esta organización se repetirá hasta en los detalles más anecdóticos de la historia e irá más allá de las especies, encontrándose un eco en el propio romance de la novela.
     Sin embargo, lo más interesante de esta dualidad es que, a medida que se avance en la historia, estos dos extremos se irán acercando hasta llegar a intercambiarse: se observará la bondad de los humanos y la crueldad de las almas. Se desmentiría así un aparente enfrentamiento de blanco y negro para ofrecer una escala de grises. No hay buenos ni malos, toda especie, todo el mundo, tiene ambas cualidades intrínsecas.
     El triángulo (o mejor dicho, cuarteto) amoroso resulta conmovedor a la vez que intrigante. Lo que en un principio parece una historia entre Jared, Melanie y Wanda se abrirá para dar cabida también a Ian. Esto no sólo es importante por incorporar el tropo de enemies to friends to lovers, sino porque en estas dos parejas se encontrará esa antítesis estructural que ya mencionaba. Mientras que Melanie y Jared representan la pasión, violencia y carácter físico de los humanos, Wanda e Ian son la bondad, la tranquilidad y el pacifismo de las almas. De hecho, en cierto momento la propia Wanda llega a afirmar que Ian posee las características propias de un alma. Estos cuatro personajes se encuentran perfectamente definidos y logran atrapar al lector en el conflicto que se plantea. 
     Finalmente, habría que abordar la posible continuación de esta novela. Si bien en un principio se planteó como trilogía, la autora no ha publicado sus continuaciones y, según su última actualización, no parece haber avanzado mucho en su escritura. Sin embargo, se debe mencionar que The Host funciona perfectamente como una novela auto conclusiva, dado que se cierran las tramas principales, aunque deja espacio para las potenciales secuelas. 
    En conclusión, este libro contiene una historia conmovedora y que apasionará a aquellos lectores de ciencia ficción que busquen un universo bien construido y una escritura de calidad. 

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