Ficha
técnica:
Título: [The Raven Boys] La profecía del
cuervo.
Autora: Maggie Stiefvater.
Editorial: SM.
Género: Fantasía.
«Cada año, la noche de San Marcos, Blue Sargent acompaña a su madre al
camino de los espíritus para ver a los que morirán en los siguientes doce
meses. Sin embargo, este año es distinto: Blue, la única de su familia que no
tiene facultades adivinatorias, ha visto a uno de estos espíritus, y eso solo
puede significar que es su amor verdadero o que lo va a matar. Él se llama
Gansey y es el estudiante más rico del colegio privado más elitista de la zona,
la Academia Aglionby, cuyo emblema es un cuervo que todos los estudiantes
llevan bordado en el jersey. Junto a Adam, un estudiante brillante, celoso del
poder económico de sus compañeros; Ronan, un chico con problemas emocionales
desde la muerte de su padre, y Noah, el observador taciturno que apenas habla,
forman los chicos del cuervo, y están empeñados en descubrir la ubicación de la
tumba del último rey galés, Glendower, el Rey Cuervo. Blue sabe que debe
mantenerse alejada de ellos, porque los chicos del cuervo siempre traen
problemas. Aunque nunca podría imaginarse el siniestro y oscuro mundo que los
rodea, donde la magia dejará de ser un juego para convertirse en una amenaza
mortal.»
The Raven Boys es una saga de la que cualquiera ha oído hablar, generalmente para
bien. Aunque tarde, empecé el primer libro en septiembre/octubre dado que había
captado mi atención mucho tiempo atrás. Aunque fue diferente de lo que
esperaba, el libro demostró estar a la altura de su fama.
Lo primero que se debería destacar es que la historia destaca por sus personajes y no por la acción en sí
misma. Mucha de esta última ocurre entre líneas y el lector debe atar cabos con
las pequeñas pistas que se dan entre las historias de los personajes: la
familia de Blue, la búsqueda de Gansey, la extraña situación de Ronan, el
mutismo de Noah o la vida de Adam. El sentimiento es el de una acción con
tremendo potencial que no acaba de explotar, aunque esto es intencionado.
Invita al lector a participar de forma activa y sumergirse en el misterio y la
magia. Si bien esto puede dar la sensación de que el libro es lento y denso, lo
cierto es que cuando pasa el tiempo se aprecia la dificultad de esta técnica y
la maestría con la que está lograda.
Por otro lado, los personajes son bastantes completos y grises, no hay
una división clara de buenos y malos, simplemente de gente que toma buenas y
malas decisiones. Una representación precisa de lo que es la vida. Tras el
final del libro habrá personajes de los que no se tiene muy claro qué pensar
por sus acciones y que prometen seguir ese tono gris en la segunda parte.
Otro de los puntos fuertes de La profecía del cuervo son los temas difíciles que visibiliza sin
temor. Los problemas económicos en la adolescencia y la diferencia entre
aquellos que tienen poco y mucho es algo recurrente en la novela a través de
Adam y Gansey. El maltrato es también explícito y crudo dentro del contexto
familiar del primero y varias escenas dejarán al lector impresionado. De hecho,
será este tema lo que motive la trama del joven Parrish hasta sus últimas
consecuencias. El suicidio y la salud mental son otros de los motivos que se
abordan a través de Ronan, si bien no en escenas tan crudas, sí lo suficientemente
sugerentes para dar una idea bastante sólida del peligro y el dolor real que
rodea a estas situaciones.
Actualmente, cada vez más se rompen los tabús de la literatura y se
habla de estos problemas que habían permanecido invisibilizados. Sin embargo,
este libro los representa mucho mejor que la mayoría y fue publicado en 2012.
Siento que debo elogiar a la autora por esto, la verdad.
En cuanto al tratamiento de la magia en la novela, es muy interesante la
profundización en la figura de la médium
y los distintos tipos de ramas que se dan dentro de este arte. La familia
de Blue se diferencia por sus distintos poderes ligados a su conexión con los
muertos y se complementan unas a otras, proporcionando un final perfectamente
equilibrado entre todos los personajes, que encuentran su espacio para actuar.
Estoy deseando ver cómo se profundiza en los siguientes libros en este aspecto.
Finalmente, sería necesario destacar la habilidad con la que la autora
une las dos líneas temporales sobre
las que trata la historia a través de un solo personaje. Si bien en cierto momento resulta predecible, se revela
en el momento exacto y necesario, sin resultar absurdo o precipitado, y muy
bien asentado en el mundo que la autora ha ido creando durante la novela.
Después del final del libro, surge la cuestión de cómo se podrá seguir
explotando este recurso ahora que sus misterios se han revelado.
En conclusión, The Raven Boys comienza fuerte y misteriosa,
haciendo honor a la fama que se ha creado todos estos años. Dada la cantidad de
libros relacionados en un mismo mundo, me pregunto cómo me sorprenderá la
autora en el siguiente. En cualquier caso, no dudo de que esta saga es una que
continuaré.